Friday 12 April 2024

las cicatrices

Hay días que me pesan las cicatrices. Y entonces las miro y luego soy incapaz de mantenerles la mirada más de un par de segundos. Me zarandean la cabeza hacia todos lados con sus manos invisibles. Y yo me siento como una pluma que no puede más que dejarse llevar por los vientos de tormenta.

Han creado en mí unas sombras negras que a veces cavan agujeritos por toda mi espalda y parte de mi pecho. Y al respirar, el aire se cuela por ellos como si fueran surcos que los volcanes de los días han ido construyendo a través de mis músculos y mis venas.


Hay días que solo existen las cicatrices. Y gritan tanto que se transforman en rayos punzantes. Me recorren los nervios y me obligan a cerrar los ojitos varios microsegundos. Al abrirlos, luego, me acuerdo de todas las veces que llené las piscinas de mi cuerpo. Y me invento alguna más.


Voy, poco a poco, depurando estas aguas turquesas. Voy filtrando los minerales nuevos que se han ido inventando. Y me hago una casita en forma de iglú. Me meto dentro y de repente no hay sonido. No hay rumores. No hay, por haber, ni caracolas ni mar. Cierro los ojos y los nácares me ciegan. Aun así. Me ciegan. Pienso, después, en todas las veces que me olvidé de ellas. De las cicatrices. Y me aborda una pena inmensa que no me hace daño.


Hay días que acaricio las cicatrices. Y sin querer y sin quererlas, me quedo dormida bajo su embrujo.



Saturday 29 July 2023

bolitas negras

estamos centrifugando
a infinitas revoluciones
y yo me agarro a tus ojos
para no dejar entrar a la náusea

y oye
funciona

funciona tan bien que creo 
que ya no quiero mirar otra cosa en la vida
en mi vida del momento
en este justo momento

me cuelgo de tus pupilas
y me gusta saber que de repente
somos dos bolitas muy negras
y muy profundas
que se ligan con ternura
que se regalan los minutos

somos dos puntitos hechos con tinta y aguja
recién hechos
y me derrito de golpe
somos tinta de calamar

vienes del mar
me voy al mar

Thursday 22 June 2023

ad infinitum

llega cuando llega el verano
y los días son largos
aunque cada vez más cortos

le digo que me quiero vestir de mi risa
cuando nace por culpa de su risa
quiero zambullirme en el mar de nubes
que ahora cubre su casa

adoro su casa

quiero volverme invencible
inventarme más músculos
sacarme a pasear, a pelear
contra todos los monstruos nuestros

quiero alargar este momento
sentir lo que siento este momento
decirle que si cierro los ojos
y escucho su voz
es como si cerrara los ojos
y escuchara el mar

quiero que sea
mi ad infinitum


Tuesday 9 May 2023

Todos los vencejos nuestros

Ayer vi cientos de vencejos volando en círculos mientras me tomaba un café.

Y pensé en ti.


Pensé que quería hacer contigo algo parecido a lo que hacen estos solemnes pajarillos. Quería volar y volar y no dejar de volar. Quería no tocar el suelo, que sintiera que levito contigo. Ni una pizca de fricción con los malos asfaltos de la vida. Pensé que me apetecía esquivar las tormentas más violentas contigo. Para luego verlas desde arriba. Muy arriba. Antes de irnos a dormir. A la vez. Siempre a dormir a la vez.


Y luego pensé que cuando me miras y no me dices ninguna palabra se te ponen ojitos de vencejo. Que son los ojitos que te miran el alma pero con calma. Una paz sobrenatural. Eso eres tú. Me arroparía con los ojos que regalas a los mundos cuando sonríes.


Pensé también que te habría encantado compartir este momento conmigo. Que mientras te tomabas tu café con leche templada observarías con admiración y curiosidad a todos estos pajarillos. Y por esto no te lo conté en ese preciso momento. Porque entendí que si te pensaba así de fuerte sería como si estuvieras a dos centímetros de mí.


Así te siento a veces cuando estás lejos. Y, eso, mi pajarillo, no pasa todo el rato. 


Monday 6 March 2023

Hierro

Te estaba esperando
Ella
Desde hacía días


Llegó de repente, sin hacer ruido. Paró el motorcillo, subió el escaloncito y se paró en seco. Atenta, paciente, eterna. El primer día que la vi no pensé en ti. Bueno, puede que el primer día que la vi, en ese justo momento, no pensé en ti. Lo que pensara después se esfumó con el viento. Como en esa película de la que nadie se acuerda. Pero tú sí.


No sabría decirte la hora pero sí el lugar. No sabría decirte por qué pero sí cómo. Lo único que puedo asegurarte es que ella es de esas cosas que no explican sus motivos pero te avisan de las tormentas. Y de todos los tormentos. Pasaron comos dos, tres, cuatro días y


nada.


Nada.


Pero de esa nada que guarda el calor. La que te guiña el ojo, la que es pitonisa y reloj de arena. Todo a la vez. De repente parecía que escuchaba continuamente una risa preciosa en off. Una risa con sonrisa. No se me contagió pero algo tenía de amiga.


Y, de repente, llegaste tú.


La viste, la elegiste y la abrazaste. Dijiste: "mira, me estaba esperando". Y aunque seguía sin entender el porqué me creí que lo entendí. Y eso me bastó. Cómo es el mundo, cómo es la casualidad que es, a veces, de un opaco que da escalofríos.


Todo lo que pasó después seguramente fue como un delta de un río. Lo que viene, lo que se está yendo, lo que pensaras tú y todo lo que sigo pensando yo. Todo desembocando en un mar de conjeturas y de días largos. El cariño es enemigo de las fechas de caducidad. Y aparecen unos monstruos muy pequeñitos que te hacen nudos de marinero en las venas. Sin embargo, te advierto, me parece que tu fecha de caducidad está escrita con imanes, de los de los altavoces grandes. 


Y yo me estoy convirtiendo en hierro.



Sunday 15 January 2023

no sé

no dejo en pensar en algo de ti que aún no logro llegar a describir
no son tus ojos
ni tus manos
aunque bien pudieran serlo

no es tu sombra ni tu andar
ni tu voz ni tu olor

es lo que eres cuando estás
y lo que miras cuando me quieres

te prometo que no te lo podría explicar
no con uno ni con mil diccionarios

y me martirizo pensando que me aterroriza lo de
que se pueda querer lo que no ves
porque yo te quiero ver y yo te quiero querer
todo a la vez

a lo loco, mi amor
a
lo 
loco


Sunday 11 September 2022

Efervescencia

Mira que lo intenté.

Que lo intento y lo intento.


Me hacen daño las burbujas de tu efervescencia. Llegas, te zambulles, más bien te dejas caer de cabeza porque no hay nada más allá. Y empieza la reacción.

Todo se llena de burbujas, grandes, pequeñas y retorcidas. Te prometo que las primeras veces me hicieron cosquillas, me hicieron hasta reír. Después, sin haberlo del todo buscado, empezaron a ser como una caricia, como cientos de caricias. Y me dejé ir. Me olvidé de mí. Eran tan lindas que dejé de existir para mí. 


Y ahora. 


Ahora me hacen daño. Me empujan y me aprisionan contra unas paredes que son invisibles. Unas paredes que he dibujado con metacrilatos. Muy finos. Son dañinas, no controlan su fuerza. Y te juro que creo que, en realidad, no la quieren controlar. Me hace daño saber que seguramente ni sepan quién soy. 


Dile a tu efervescencia que me enamoré de ella. Que igual rodearía el mundo con hilos verdes siete veces si me lo pidiera. Dile que ha hecho florecer en mí las margaritas más pequeñas y más tiernas que jamás nadie ha podido ver. Dile también que me está matando de amor. Pero yo no quiero morir. Al menos no quiero morir así. 


Así que dile que estas aguas se van a calmar a otros ríos. Dile que, si ella quisiera y si ella lo viera, le pondría nombre y apellido a cada burbuja. Y las llenaría de margaritas. Pero hay algo en ella que me dice que es imposible. Que es tan incontrolable como imperturbable. Y que solo existe si camina sola.


Así que, sí, dile, amor de mis días, que casi me dejé matar de amor.